Hoy no hay prisa para acostarse,
no hay prisa para levantarse,
no hay prisa para bañarse,
no hay prisa para vestirse,
no hay prisa para el café,
no hay prisa para el desayuno,
no hay prisa para llevar los niños a la escuela,
no hay prisa para cocinar,
no hay prisa para comer.
Decía mi abuelo:
«Todo obra para bien» una frase con mucha profundidad a la cual le hago honor y reverencia.
El Coronavirus frenó la prisa.
Íbamos muy rápido, muy veloz, muy acelerado, queriendo pasárnosles al tiempo. Hoy tenemos tiempo para reflexionar y no olvidar nunca que: «La calma y la paciencia todo lo alcanza».
Es Tiempo de Reflexión
Tomado de un muro.